WaveBI: Data Analytics y Machine Learning

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Cloud computing: un cielo de oportunidades

Cloud computing consiste en ejecutar cargas de trabajo dentro del sistema de una nube.

Entre los principales tipos de cloud computing se distinguen:

– Nubes públicas: son entornos de nube creados a partir de una infraestructura de TI ajena al usuario final, como Microsoft Azure. Se ejecutan fuera de las instalaciones de las organizaciones, o en los centros de datos on-premise de los clientes.

– Nubes privadas: se destinan exclusivamente a un usuario o grupo final y se ejecutan detrás de su firewall.

– Nubes híbridas: es un entorno de TI en apariencia único generado a partir de múltiples entornos que se conectan mediante redes de área local, redes de área amplia, redes privadas virtuales o API.

– MultiCloud: está compuesto por al menos dos servicios de nube, proporcionados al menos por dos proveedores de nube pública o privada. Es común que las empresas que buscan mejorar la seguridad y el rendimiento con una amplia cartera de entornos tengan varias nubes.

El futuro llegó… hace rato

La computación en la nube cobró relevancia antes del advenimiento de la pandemia por Covid-19, pero se acentuó con ella sus efectos de mayor trabajo remoto y las limitaciones de recursos derivadas; se estima que esa tendencia seguirá creciendo.

Además, crece el uso de contenedores ya que agilizan la implementación y la gestión de aplicaciones de computación virtual en la nube. Aquellos permiten la carga de trabajo de una aplicación en diferentes nubes y en implementaciones híbridas locales. El método principal para habilitar los contenedores es vía una plataforma basada en la orquestación de los mismos. Muchas organizaciones ya los usaron y otras lo harán cuando se refactoricen o cambien de plataforma sus estrategias de nube hacia tecnologías nativas de la nube. Los principales proveedores de nube pública ofrecen un servicio de contenedor, como Azure Kubernetes Service en el caso de Microsoft.

También gana terreno la nube híbrida ofrecida por proveedores de nube pública. Dicha nube es parte de una estrategia multinube; una organización puede elegir la implementación de recursos en las instalaciones y en múltiples proveedores de nube pública. Jesse Stockall, arquitecto jefe de administración de la nube en Snow Software, evaluó: “las empresas pueden perder algo de control y capacidad de personalización, pero obtendrán una experiencia de nube privada unificada y consistente”.

Por otra parte, ante la necesidad de prácticas de sostenibilidad, es clave reducir el uso de energía para la ecología, y mejorar su uso para las finanzas. Microsoft muestra cómo el uso de la nube afecta al ambiente con Emissions Impact Dashboard.

¿Cuál es la nube adecuada?

La decisión por un tipo de nube o servicio de nube es individual, ya que cada una apunta a resolver un problema distinto.

Las nubes públicas pueden ser las más adecuadas para las cargas de trabajo con demandas de gran volumen o fluctuación. Las cargas de trabajo con patrones de uso predecibles suelen funcionar mejor en las nubes privadas. Las nubes híbridas son las más integrales pues todas las cargas de trabajo pueden alojarse en cualquier sitio.

En cuanto a seguridad, las nubes públicas están expuestas a una mayor variedad de amenazas de seguridad debido a la arquitectura multiempresa y a los numerosos puntos de acceso. Las nubes privadas se creen más seguras porque las cargas de trabajo suelen ejecutarse detrás del firewall del usuario, pero depende de la solidez de la seguridad del usuario. La seguridad de la nube híbrida está compuesta por las mejores características de cada entorno, en función de los requisitos de cumplimiento, auditoría, políticas o seguridad.

¿Y el costo? En una nube pública se suele pagar por lo que se utiliza. La persona que configura una nube privada suele ser responsable de la compra o el alquiler de los recursos y los sistemas de hardware nuevos para aumentar su capacidad. Las nubes híbridas pueden adaptarse en materia de costos. Los usuarios de las nubes públicas podrían acceder de modo ilimitado a los recursos, pero representa un gasto operativo. Implementar más recursos de nube privada implica un gasto de capital. Las nubes híbridas, por su parte, permiten utilizar los gastos operativos para la escalabilidad horizontal o los gastos de capital para la escalabilidad vertical.

El tipo de nube y servicio a adoptar dependerá de la estrategia de datos de la organización y tendrá impactos financieros, así como en la seguridad, nivel de control de datos y responsabilidad ecológica.

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