El Big Data y el análisis de datos requieren de claras estrategias para la gestión de los flujos de trabajos, el acceso rápido a la información, la reducción de costes y la mejora general tanto de la sanidad pública como de la calidad de vida. La planificación, la gestión, la medición y el aprendizaje son los procesos beneficiados.
La información que se almacena anualmente en hospitales solamente sobre pacientes son estimadas en el orden de Petabytes (10^15 bytes), según elhospital.com. La transformación digital y el análisis de datos en el sector salud se ha incrementado con el distanciamiento social y el funcionamiento remoto de las instituciones del citado sector. La analítica de la salud y la Business Intelligence (BI) permiten, vía la recopilación y análisis de micro y macrodatos, la generación de conocimiento e indicadores claves de forma constante como base para la toma de decisiones basadas en evidencia.
La aplicación de la analítica al vertical salud intenta optimizar las estrategias comerciales, desarrollar nuevos productos, evaluar necesidades, y detectar y gestionar riesgos sanitarios ocultos: