En el mundo actual, los datos son un activo clave para las organizaciones que quieren competir, innovar y crear valor. Sin embargo, gestionar los datos a gran escala no es una tarea fácil, especialmente cuando se trata de datos analíticos que provienen de múltiples fuentes, tienen diferentes formatos y necesidades, y requieren de procesos complejos para ser transformados, integrados y consumidos.
Tradicionalmente, las organizaciones han optado por crear soluciones centralizadas para almacenar y procesar los datos analíticos, como los data lakes, los data warehouses o los data lake houses. Estas soluciones tienen la ventaja de ofrecer una visión única y consistente de los datos, facilitar el gobierno y la calidad de los datos, y reducir la duplicación y la complejidad de la infraestructura.
Sin embargo, estas soluciones también presentan una serie de desafíos y limitaciones, como:
- La dependencia de un equipo centralizado de ingeniería de datos que se encarga de recopilar, limpiar, modelar y publicar los datos para su consumo, lo que puede generar cuellos de botella, retrasos y pérdida de contexto.
- La dificultad para adaptarse a los cambios en el entorno, las fuentes de datos, las necesidades de los usuarios y las tecnologías, lo que puede afectar a la agilidad y la innovación.
- La falta de autonomía y responsabilidad de los equipos de negocio que generan y consumen los datos, lo que puede disminuir su motivación y compromiso.
Para superar estos problemas, surge un nuevo paradigma para gestionar los datos analíticos a gran escala: el Data Mesh.